Ciento ochenta personas murieron en las inundaciones que azotaron a Alemania el 14 y 15 de julio y otras 150 siguen desaparecidas, según un nuevo informe publicado hoy por las autoridades germanas que también solicitaron a la población permanecer atenta debido a nuevas lluvias anunciadas para este fin de semana en el oeste del país.
La región de Renania-Palatinado, la más afectada por las malas condiciones climáticas que asolaron a varios municipios, tiene 132 muertos y 766 heridos, según la policía de Coblenza, y unas 149 personas siguen desaparecidas en esta región.
"Sin embargo, no suponemos que el número final de muertes aumente tanto", dijo el ministro de Tierras, Roger Lewentz, en una conferencia de prensa, estimando que también hay personas en la lista que simplemente no están disponibles porque están de vacaciones, reportó la agencia de noticias ANSA.
Las autoridades alemanas explicaron que se trata de resolver los problemas más apremiantes como asegurar edificios e infraestructuras dañadas en las regiones más afectadas por las inundaciones, y ayudar a quienes lo perdieron todo o permanecen en condiciones precarias, sin agua potable ni electricidad.
La federación alemana de compañías de seguros (GDV) estimó, este miércoles, que las inundaciones les costarán hasta 5.000 millones de euros (5.900 millones de dólares) en indemnizaciones.
"Prevemos actualmente unas pérdidas aseguradas de entre 4.000 y 5.000 millones de euros", dijo Jörg Asmussen, director general de la federación de las compañías del sector, a través de un comunicado.
Las inundaciones del 14 y el 15 de julio están consideradas como la mayor catástrofe natural en Alemania de las últimas décadas. (Télam)